MORCILLA BLANCA

Un tesoro de la cocina de siempre, elaborado con recetas que han pasado de generación en generación.

Esta morcilla blanca es un producto único, fruto de la tradición y el saber hacer de las matanzas de toda la vida. A diferencia de la morcilla tradicional, esta variedad no lleva sangre, pero sí una combinación de ingredientes que la hacen exquisita y llena de sabor. Su receta, guardada celosamente durante décadas, incluye huevo, pan y pollo, creando una textura suave y un sabor reconfortante.

Ingredientes y Elaboración:

• Pollo de Corral: Carne de pollo seleccionada, cocida y desmenuzada, que aporta jugosidad y un sabor delicado.

• Huevo Fresco: Añadido para darle una textura cremosa y un toque de riqueza.

• Pan de Pueblo: Migas de pan artesano, que absorben los sabores y le dan cuerpo a la morcilla.

• Especias y Hierbas: Una mezcla de especias tradicionales, como pimienta negra, nuez moscada y un toque de ajo, que realzan su sabor sin overpower los ingredientes principales.

• Tripa Natural: Embutida en tripa natural para mantener su autenticidad y textura tradicional.

Proceso de Elaboración:

1. Cocción del Pollo: El pollo se cuece lentamente hasta que está tierno y jugoso, luego se desmenuza con cuidado.

2. Mezcla de Ingredientes: Se combina el pollo con las migas de pan, el huevo batido y las especias, creando una masa homogénea y aromática.

3. Embutido: La mezcla se embute en tripa natural, dándole su forma característica.

4. Cocción Final: Se cuece a fuego lento para que todos los sabores se integren y la morcilla adquiera su textura única.

Sabor y Textura:

Al probarla, descubrirás una textura suave y cremosa, con trozos tiernos de pollo y un sabor delicado pero lleno de matices. El huevo le da una riqueza especial, mientras que el pan y las especias aportan un equilibrio perfecto. Su aroma es reconfortante, evocando los fogones de las cocinas de pueblo.

Formas de Disfrutarla:

• Asada a la Parrilla: Dorada por fuera y jugosa por dentro, perfecta para servir como tapa o acompañamiento.

• Frita: En rodajas, crujiente por fuera y tierna por dentro, ideal para desayunos o meriendas.

• En Guisos: Añadida a potajes o cocidos para darles un toque de sabor tradicional.

• En Tapas: Servida con pimientos asados o una ensalada fresca.

Presentación:

• Disponible en piezas enteras o cortada al vacío para mantener su frescura.

• Presentada en envases rústicos o cajas de madera, perfecta para regalos gourmet o para disfrutar en casa.

¿Por qué elegir nuestra Morcilla Blanca?
Porque es un producto que respeta las recetas de siempre, elaborado con ingredientes naturales y mucho cariño. Cada bocado es un homenaje a las matanzas tradicionales y a la cocina de nuestras abuelas.